El miedo y el sistema inmune
El miedo, junto al estrés, el agobio, el enojo, la crítica, la preocupación, el odio, la incertidumbre… que sentimos delante de cualquier situación, nos bajan el Sistema Inmune porque son emociones que bajan nuestras vibraciones.
Si, ya sé que empezar así, sorprende… pero es que la ciencia ya ha demostrado que nuestro cuerpo físico es mucho más que un trozo de carne.
Pero hoy me centraré en hablaros del MIEDO… y la PRIMAVERA.
Todos podemos sentir MIEDO en algún momento de nuestra vida, pero el MIEDO que ahora mismo invade la sociedad debido al hecho tan excepcional que estamos viviendo, ese miedo al COVID19 es más mortal que el propio virus.
El Miedo tan intenso y/o insistente que podemos sentir estos días, lo único que hace es bajar nuestro sistema inmune, debilitarnos y precipitarnos a enfermarnos de cualquier microorganismo que pase por delante nuestro (sea COVID19 o cualquier otro).
Entiendo que podamos sentir “algo” de miedo, lo que no es “normal” es que el MIEDO tome las riendas de nuestra vida ya que si vivimos así durante suficientes días, nuestro organismo puede llegar a enfermar.
¿Porqué sucede esto? ¿Porqué se debilita el Sistema Inmune cuando sentimos MIEDO?
Pues es fácil de explicar bioquímicamente hablando. En situaciones en que sentimos Miedo (real o imaginario) nuestra mente bloquea una serie de mecanismos que no son útiles para afrontar la amenaza que tenemos delante y potencia e intensifica otros que nos permiten reaccionar de una de estas 3 formas:
- Luchar
- Huir
- Quedarnos inmóviles
Cualquier de estas 3 posibilidades nos puede salvar la vida.
Al percibir una amenaza, el cuerpo siente miedo y esa emoción hace que el cerebro ordene que se empiecen a sintetizar sustancias químicas para poder luchar, huir o quedarnos inmóviles, es decir, se ordena un aumento de los niveles de adrenalina y cortisol para aumentar el bombeo del corazón, aumentar la presión arterial (para poder nutrir a los músculos con suficiente sangre) y un montón de otras reacciones que tienen la misión de fortalecer y reforzar al cuerpo físico para sacar la máxima fuerza para huir o luchar.
Pero al mismo tiempo, se dejan de hacer un sinfín de trabajos necesarios (que no son urgentes en una situación de peligro) pero que son imprescindibles para la vida a largo plazo. Si el Miedo es un instante o un tiempo corto, se restablece la calma en el cerebro y la bioquímica recupera su ritmo normal de funcionamiento y volvemos a generar las órdenes de reparación, de mantenimiento, de fabricación de defensas… De aquí, que si vivimos mucho tiempo en el MIEDO, nos mantenemos en su bioquímica y eso nos bloquea el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, pudiendo (a cierto plazo) llegar a enfermarnos.
Desde aquí os invito a dejar de lado el MIEDO y sustiuirlo por RESPETO (porque lo que estamos viviendo es algo de una dimensión totalmente extraordinaria) y enfoquémonos en vivir desde el AMOR nuestro día a día. Si, si, en casa, confinados, sin poder salir. Ya no existe el pasado, aún no existe el futuro… sólo hay el momento presente.
Recordad, si nuestro cuerpo está “fuerte”, con las defensas a tope, capaz de enfrentarse al COVID19 como lo haría frente a cualquier microbio o amenaza bacteriana o vírica… no tenemos nada que temer. Puede que ni nos demos cuenta de que estamos infectados o puede que lo pasemos como una gripe. Pero, por desgracia, hay quien no tiene tanta suerte…
Y os preguntaréis… ¿cómo podemos reforzar nuestro sistema inmune? (aparte de trabajar el tema emocional de dejar de vivir en el miedo). Aquí os paso mis propuestas:
- Alcalinizando nuestro cuerpo: comiendo sano, nada de comida preparada, dejar de beber alcohol, refrescos… Y tomar agua caliente con el zumo de medio limón en ayunas cada día
- Mantener la mente positiva y con optimismo
- Dar las GRACIAS (por lo que tenemos, por lo que ya hemos vivido, por lo que vamos a aprender de esta cuarentena…)
- Seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias:
- Lavarnos las manos con frecuencia y protegernos con el codo si tenemos que toser…
- Saludarnos sin dar la mano
- No dar abrazos ni besos
- Mantener el número de contactos en 4 como máximo
- Parar y analizar nuestra vida. Ahora es el momento
- Disfrutar del parón, practicar yoga, escuchar música, hacer ejercicios de respiración…
- En definitiva, aprovechar para hacer todo aquello que tenemos pendiente y que nunca tenemos tiempo de hacer (en casa, obviamente)
- …
Y para terminar, celebrar que hoy, día 20 de marzo, a las 5 de la mañana (hora de Barcelona, España) ha entrado la primavera y es un buen momento para recuperar el optimismo, sentir la energía de la PRIMAVERA, reconectar con la naturaleza, sentir las flores, enfocarnos en la alegría de vivir, experimentar y disfrutar de esta situación familiar diferente y pensar en que cuando salgamos de esto saldremos reforzados, con cosas nuevas aprendidas y con cosas “viejas” que veremos “obsoletas”.
¡BIENVENIDA PRIMAVERA!
Cada día que pasa estamos más cerca de salir de este parón general.
¿Cuándo saldremos? ¿Cómo saldremos? No lo sé, pero siento que si todos estamos enfocados en hacer de éste, un mundo mejor, será más pronto que tarde. Muchas cosas cambiaran en nosotros, muchas cosas serán diferentes en nuestra sociedad, nuestros valores, pensamientos…
P.D.: Este artículo de hoy es una primera píldora del trabajo que iréis viendo en redes y aquí mismo en la web, ya que trabajo en colaboración con diferentes compañeras, terapeutas, una astróloga, una farmacéutica cosmetóloga, una naturópata especialista en terapia floral, una coach…
Y hoy os presento al primer equipo de mujeres, colegas, amigas… que trabajamos apostando por mejorar nuestras vidas y las del resto de personas.
Os recomiendo ver los videos que hoy todas 4 colgaremos con motivo de que empieza la primavera y os aconsejo leer los artículos que publicamos hoy en nuestras web´s:
ANA SANTOS: https://www.anamariasantos.es
ANNA CODINA: https://www.annacodinacosmetics.com/
PILAR GARCIA: https://www.astrologapilargarcia.com
Y la mía, que ya conocéis: https://meritxellboquet.com/